Hasta Siempre JAFAR (por Yeguada Errekalde)

Revista A Galopar nº 275, 24/06/2004


Como no podía ser de otra manera, nos deja con un cierto halo de tragedia en la despedida. Tu historia, bien sabida por los buenos aficionados, nunca dejó de ser una sucesión de momentos extremos de felicidad y pesar. Desde la concepción del cruce, nunca tanta ilusión puesta en unos papeles y un padrillo, tu nacimiento (qué feúcho), las dificultades para encontrar un comprador, tus cíclicas recaídas, etc.

Y posteriormente, lo más triste, primero Agustín y luego Justo, personas muy directas a ti, que nos dejaron sin poder saborear aquella Copa de Oro excepcional.

De nuevo los problemas físicos, Román sabe algo de ello, la lesión que estuvo a punto de apartarte prematuramente de las pistas y la reaparición triunfal en Francia tantos meses después.

Pero Alberto nunca se desanimó y tú seguiste corriendo y luchando como el campeón que eras hasta encontrar acomodo en Ulzama, donde apenas si pudiste cubrir un par de yeguas. Injusticias de un país poco desarrollado en lo turfístico donde los campeones locales no tienen posibilidades de intentar transmitir lo que llevan dentro. Ni nosotros confiamos en ti en esta nueva faceta, cegados por la ortodoxia.

Bueno, ya no tiene remedio. Pero nos quedaremos con tus victorias y, sobre todo, con tu espíritu ganador, que te llevó por encima de las limitaciones físicas, hasta alcanzar ese palmarés que pocos otros pueden lucir en sus historiales.

Adiós, Campeón.