Arc weekend 2004 (II). Obras puristas. (por Red Rum)

Foro A Galopar & Turfinternet, 11/10/2004


Domingo, 03 de octubre.

Nos olvidamos de la parafernalia que supone el día grande, traducción en japonés incluida, el día en que se corre el Arco del Triunfo.

Sí recordar las primeras líneas del repaso al sábado, para aclarar que después del Prix du Cadran ya nos fue imposible, o más bien no tuvimos agallas para levantarnos del asiento por miedo a perderlo.

Estudiando la noche anterior el meeting del domingo, y aclarando que ya me gustaba de antemano, hice una consulta de lo más tonta sobre ecart ganador sobre número de mantilla, el número de carreras, en función de las mantillas, que llevaban sin pasar por ganadores en el Quinte. Descartando desde la décima hasta el final, observé que la mantilla número 7 era la que mayor número de carreras llevaba sin pasar por ganadores. Curiosa coincidencia, no hizo más que acrecentar mi optimismo hacia la pupila de Laffon, propiedad de Felipe Hinojosa. En el paddock, una fenómena, grande y guapa, perfectamente presentada, tónica general del meeting evidentemente, y muy situada en peso. Muy en carrera, siempre bien guardadita para que no viera pista, se hizo el hueco y entonces pareció un avión. Terreno endiabladamente rápido, muy del gusto de rematadores. Ella, una de las más resolutivas de la reunión, enhorabuena.

Lo dicho, el Cadran fue nuestra última visita al paddock, aunque no hubiera hecho falta. Sí, sin embargo, más presencia inglesa en esta prueba sólida, de profundo calado para el espectador. Westerner era uno de los más consistentes caballos de la reunión y así lo constató. Prueba corrida de antemano. Buen trabajo de Gibson recuperando los mejores valores de Cut Quartz, quién no tenía porqué dar su mejor valor sobre este terreno.

Leí hace poco la pregunta de algún amigo forero sobre el tiempo rápido del Arco, preguntándose sobre si el terreno habría influido en ello. El sprint del L’Abbaye puede dar algún indicio sobre ello. Sus 55 segundos exactos hay que situarlos desde 1984 como el mejor crono de la carrera. Y tampoco es que hubiera campeones por doquier entre sus participantes. Y voy más lejos aún cuando el ganador lo hizo casi todo por el exterior, sin una cuerda a la que arrimarse. Var fue sin duda una de las sorpresas más agradables de la reunión, augurando su entrenador, aquí ya es más difícil opinar, que aún queda más por ver. Del resto me quedo con la gran remontada de Royal Millennium, al que le faltaron metros, y la solidez de The Tatling, gran temporada la suya.

Se presentaba para mí un L’Opera interesantísimo. Con todos sus defectos, había yeguas de calidad como Chorist, Yesterday, Whortleberry o Grey Lilas. O para que me entiendan, sobre el papel, estas estaban un pasito por delante del resto. Pero la cosa se torció ante el descarte de la primera, y puestos a buscarle tres pies al gato, el dinero de la carrera se llamaba Alexander Goldrun. No me pregunten porqué pero fue mi apuesta personal. Será que por la forma de correr de Grey Lilas, los 10 furlongs se le podían atragantar como ya sucediera en el Diane. Entonces Alexander Goldrun arribó tras ella, pero hoy podían cambiar las cosas, sobre todo tratándose de una consistente rematadora. También, es evidente, la de Fabre había obtenido su mayor éxito sobre la milla, mientras que la otra se había dedicado a seguir intentándolo sobre los 10 furlongs. Yesterday recupera valores según toma el pulso a la competición, y en la próxima no me extrañaría que volviera a pelear una llegada. El tiempo de la carrera fue el segundo mejor crono tras el de Petrushka.

Otro punto álgido de la reunión fue la victoria de Divine Proportions. Como casi siempre, las dudas crecen cuando se trata de una yegua que ha seguido el camino de esta, es decir, no tener contacto previo con la milla. Más si cabe, pues sus actuaciones se basaban en 5 y 6 furlongs. Y su tamaño también juega en su contra, aunque visto lo visto, la clase puede con todo. Sin embargo, dándome a conocer como un auténtico fan suyo, deberemos esperar a la edad clásica, esa que marca la verdadera categoría de los caballos, para saber si lo suyo ha sido precocidad o superioridad. Quizás el año que viene estemos hablando de ambas, pero demos tiempo a nuestras opiniones. Después de la exhibidora me quedo con Intrigued, mal traída en la recta por Sanders, recuperó lo suyo, y tiene origen para mucho más. Ya es ganadora en Epsom. El tiempo fue el segundo mejor desde 1.969, si no me fallan las cuentas.

En el Grand Criterium, homenaje póstumo a JL Lagardère, pudo haber doblete del empírico Abdullah si no fuera por la propensión de Early March a abrirse en la recta. Desde luego estuvo poco fino Peslier dejando un hueco precioso para que un esforzado Oratorio diera caza en el último tranco a los peleones Early March y Layman. El ganador me pareció un ejemplar bueno, capaz, concienzudo, muy metido en su papel. Early March, que físicamente parece un caballo mal hecho, tendrá sus oportunidades sobre la milla el próximo año, mientras que Layman parece todo lo contrario. De mucho físico, pienso que le falta un hervor, por ello que el tiempo y la distancia jueguen a su favor. El crono de la carrera es el mejor de las tres disputadas hasta ahora.

En fin, el Arco es otra cosa. Merece comentario aparte. Pero advertir, como ya habéis leído, que los tiempos fueron magníficos sobre la pista rápida de Longchamp.