Re: Debate abierto sobre cruces (por Manuel de Luque)
Foro A Galopar & Turfinternet, 23/11/2004

Una aportación más, para que no te frustres. Es difícil dar consejos en abstracto sobre el mejor método para cruzar PSIs. Básicamente, yo creo que se trata de crea un origen con el mayor número de interrelaciones, de conexiones significativas posible, y perdona la pedantería de la expresión. Esas conexiones significativas pueden ser inbreedings en las seis primeras generaciones, pero siempre hay que intentar que incluyan descendientes de distinto sexo del ejemplar elegido. Es decir, que si tu yegua tiene en su origen un hijo de Sharpen Up, pongamos por caso, sería bueno encontrar un semental cuyo origen contuviera una hija del mismo caballo, Y, como Sharpen Up es descendiente por línea masculina de Native Dancer, pues mejor todavía si el semental en cuestión tiene alguna hija de esa caballo.
También es positivo acumular muchas líneas de grandes reproductores (Teddy, por ejemplo, que me perece una sangre espléndida) pero lo mejor es hacerlo a través de ejemplares que tengan un fuerte inbreeding sobre ese caballo, porque así es más probable que la influencia se haga efectiva. Lógicamente, para estudiar este asunto, hay que remontarse unas cuantas generaciones.
Otra idea básica es, como apuntas, devolveré al semental las mejores líneas de su madre, una teoría expresada por Olin Gentry, el famoso manager de la importante yeguada americana Darby Dan. El concibio, entre otros, el cruce del gran Roberto. Estudia a fondo el origen de ese caballo, porque es realmente una obra de arte.
Por último, lo mejor y más sencillo es repetir los cruces que ya hayan tenido éxito, Parece de perogrullo, pero no todo el mundo es consciente de ello. Y si crees que un cruce es realmente bueno, repítelo varias veces, porque puede que el primer resultado no sea el mejor. Todos sabemos que los cracks tienen propios hermanos que no andan nada.
Y recuerda que sólo hablo de orígenes, no de caballos. El criador es el que tiene que evaluar, a la hora de elegir el semental, que éste sea compatible no sólo genealógicamente, sino desde el punto de vista físico y de carácter. Pero, desde luego, es otro asunto.