"BEST MATE, el caballo del Paraíso" (homenaje a BEST MATE). ¡¡¡Nunca te olvidaremos!!!
(por Almazy)
Foro A Galopar & Turfinternet, 01/11/2005

Escribí este artículo tras ver ganar a BEST MATE su 2ª Copa de Oro de Chentelham en el 2002.

No me cabe ninguna duda de que hoy BEST MATE ha regresado al lugar del que vino para iluminarnos con su belleza y su nobleza de corredor supremo: ¡El Paraíso!

BEST MATE, EL CABALLO DEL PARAÍSO

Cuando el pasado jueves las 60.000 almas que abarrotaban el hipódromo de Cheltenham vieron a BEST MATE enfilando la recta final para despegarse prodigiosamente de sus rivales, todos supieron que estaban asistiendo al nacimiento de una leyenda, la leyenda de BEST MATE, el caballo del siglo.

Desde el comienzo de su andadura por las pistas su entrenadora Henrietta Knight, asombrada por los brillantes modales del animal, solía decir: “BEST MATE se piensa que es ARKLE”, como si su caballo tuviera un altísimo concepto de sí mismo, ya que ARKLE había ganado tres veces la Copa de Oro. Ahora, ya lograda la segunda copa consecutiva, ella dice: “Todavía no es ARKLE, para eso tiene que volver a ganarla el año que viene”. Pero la afición no tiene ninguna duda: salvo infortunio de lesión BEST MATE volverá a ganarla el año que viene, y tal vez el siguiente, convirtiéndose en el caballo del siglo.

Ha nacido la leyenda de BEST MATE. Es propio de las leyendas el superar el abismo de los siglos retornando a los mitos fundacionales de los orígenes. Y así lo fue mientras BEST MATE galopaba hacia la gloria en Cheltelham. La carrera de este gran campeón fue un poema a las esencias de raza del purasangre inglés. Su galope durante los selectivos cinco kilómetros de la carrera fueron una evocación de aquellos sementales árabes que fueron llevados a Inglaterra para ser cruzados con las royal mares, los padres fundacionales, aquellos caballos árabes caracterizados por galopar incansables durante largas distancias. Porque el galope de BEST MATE fue de incansable esencia árabe. Y la acción del caballo en el último kilómetro no pudo sino recordarnos al lado femenino de su linaje fundacional, a las royal mares inglesas, cuya característica era la velocidad. BEST MATE destapó en el último kilómetro una aceleración prodigiosa, y lo hizo bajo mínimos requerimientos de su jinete, puro clasicismo, momento culminante de una raza: BEST MATE o el epítome del purasangre inglés.

Y ya que hemos mencionado a los antiguos caballos árabes continuaremos por esos ámbitos. BEST MATE estaba corriendo una moderna carrera de caballos pero no lo parecía. Su naturalidad a la hora de acometer los saltos no era propia de agonística competición. Más bien parecía que se tratase de lúdica galopada por los campos. BEST MATE, con su extraordinario físico, es la belleza y la clase hechas caballo. BEST MATE, caballo de príncipe disfrutando con su amo la galopada de los campos, esa es la imagen de leyenda que nos ofreció el jueves este gran campeón. Los caballos de príncipe no necesitan el recordatorio de la fusta para desatar su velocidad, de eso se encarga su clase, y así fue que su jinete Jim Culloty para nada la necesitó.

En las cosmologías místicas de la antigua Persia se describe la existencia de un mundo muy similar al nuestro pero completamente purificado de la experiencia del dolor. Este mundo, cuya materia prima es la luz, es llamado el Paraíso de Xvarnah. En el Paraíso de Xvarnah existe todo lo que existe en nuestro mundo pero de manera etérea, al igual que en el mundo de los sueños. Hay ciudades, animales y campos, hay gentes y vidas pero no existe el dolor. Dicen los místicos que en Xvarnah si uno recorre un desierto entero o hace sin cansarse y sin padecer sed. En Xvarnah hay justas y combates, pero los combatientes no sienten el dolor de las armas, purificándose la guerra en arte marcial. Y así con todo.

Cuando recorridos cuatro kilómetros de la Copa de Oro BEST MATE, el caballo de príncipes, comenzó a acelerar hasta el punto de dejar parados a sus rivales, me acordé del paraíso persa de Xvarnah, en donde el esfuerzo físico no produce cansancio. Tal fue la naturalidad y belleza de su acción que parecia pudiese seguir corriendo otros cinco kilómetros. Y es por ello que podemos especular con que así habrian de ser los caballos que veían los místicos persas cuando por rapto visionario contemplaban imágenes del paraíso de Xvarnah.

Y ya que estamos hablando de paraísos no podemos sino mencionar la apoteósica recepción de las masas a su nuevo ídolo, BEST MATE. Escenas conmovedoras, como el encuentro entre Henrietta Knight, la entrenadora del campeón, y su marido –mejor jockey de obstáculos por los años sesenta- tras la carrera. Detrás de esta pareja hay una maravillosa historia de redención premiada por la vida con BEST MATE. El marido de Henrietta Knight, una vez abandonada la fusta perdió el rumbo completamente, hasta caer en el más profundo pozo del alcoholismo y la disipación, al filo de la indigencia. Por su parte Henrietta Knight confesó que hubo un período en su vida en que se gastaba 4.000 libras anuales en vino. No es necesario explicarse más. Se conocieron, un romance otoñal, y todo cambió para bien. Una tarde en Irlanda vieron un potro corriendo una de esas carreras por el campo denominadas point to point y los dos se enamoraron de aquel caballo. Era BEST MATE. Fue un flechazo. Desde el primer momento supieron que estaban ante un caballo diferente. Cuando ambos se encontraron tras la clamorosa victoria él no pudo más y se echó a llorar como un niño, los sueños y las más profundas ilusiones realizados, un gran premio a sus pasados esfuerzos de redención. Este es el Sport of Kings, donde los nobles son los animales. En el fútbol sólo vemos lágrimas tras las amargas derrotas, sin embargo en el turf éstas aparecen como resultado de las lecciones de increíble nobleza que nos concede el purasangre inglés. Los grandes campeones nos hacen llorar porque les otorgamos nuestra confianza y ellos son capaces de dejarse la piel en la pista para demostrarnos su inquebrantable lealtad. Los grandes campeones nos sacan las lágrimas porque en cada carrera nos dan pruebas de que podemos contar con ellos, de que son nuestro mejor amigo, nuestro BEST MATE.