Un brindis por el turf (por Red Rum)
Foro A Galopar & Turfinternet, 24/12/2005

Llega el momento íntimo, el más personal.

Cada miércoles por la mañana uno no se siente del todo tranquilo hasta que no cae en sus manos el papel, el verdadero transmisor de todo lo que acontece en el mundo del turf.

Hace muchos años ya, las nuevas tecnologías se abrieron paso en el mundo de la información. Sin embargo, pese a su progreso, el papel sigue desempeñando una función clave, su función, en la transmisión de dicha información. Quizá se trate de una cuestión personal, los vistazos, los apuntes, arrancar una página, un comentario, una fotografía. Doblarlo, guardarlo y llevarlo contigo allá donde quieras. No molesta, no vas sólo, llevas tu programa, tus intuiciones, tus números, entregas al papel tu sabiduría a cambio de la información, un cariñoso préstamo.

Trabajar no sólo consiste en conquistar éxitos laborales, cumplir con un horario, mandar o ser mandado. Hay otras formas de trabajar, mucho más amenas, estudiar un programa de carreras es una de ellas. Sentado o de pie, en el metro o en tu casa, inicias una lectura apasionante, una lectura inteligente, quizá no cultivadora en lo humano, pero sí en lo personal. Una lectura reflexiva, intuitiva, cifrada y cuestionada.

Día tras día prolongas su lectura, unas veces repites, otras terminas antes de sonar el timbrazo que anuncia el primer asalto. Unos consiguen doblar la resistencia de unas páginas perfectamente recortadas, otros mantienen intacto el papel, símbolo de pleitesía. Todos descuidan su estética y toman notas, hacen comentarios, escriben símbolos, números, apuestas, tachan nombres. El programa de carreras se convierte en una herramienta personal.

Cada sábado por la noche uno se siente liberado. Los deberes ya están hechos, y sólo la fortuna para bien o para mal será la causante de tus éxitos o tus fracasos.

Mimado o no, abierto o cerrado, en mano o en el bolsillo de la chaqueta o del pantalón. Se usa pero no se gasta. Las imágenes, los comentarios, las entrevistas, los partant, los resultados, todo se mantiene con el tiempo. Para los forofos, el armario, una segunda oportunidad, una segunda vida. Para los menos aficionados, la mesa del salón, o una pila de revistas, prensa o cualquier cosa, un día, una semana, el cubo de la basura aguarda.

El domingo, el día de carreras. Para todos, un acto solemne. Nos vestimos para la ocasión. Con o sin prismáticos, el programa nunca falta. Su olvido es una preocupación, un disgusto, una tristeza. En el recinto para saludar, para prestar, para volver a leer y sobre todo para animar. Con fuerza, redoblado, con el puño en alto, o como fusta, contra la pierna, contra la mano, todo por tu opción, por tus estudios, por tu empeño, por tu tiempo, por tu ilusión, por tu dinero, por tu pasión.

Feliz Navidad y próspero año 2.006 para todas las personas de buena voluntad.