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EL CUESTIONADO MODO DEL SEÑOR FAYOS
Autor Mensaje
Leonard Quercus
Registrado: 13 Dic 2006
MensajePublicado: Lun Sep 17, 2007 2:08 pm    Asunto: EL CUESTIONADO MODO DEL SEÑOR FAYOS

Mi padre apostaba siempre por el caballo de Paulino García en las carreras de potros. No hizo fortuna, porque sigue llevando más o menos la misma vida que hace veinte años, pero mi padre agarró buenas cosas con Monimbo, Reina Noora, Amistad, El Pitufo o con algún otro de la Cuadra Bohsali. Con los potros que montaba Paulino.
Mi padre decía de Paulino -con cariño, eso sí- que era un pegador de la pradera (que no pecador), y que los "dos años" a los que se subía, no acostumbrados aún a los zurriagazos, no diré corrían, volaban por ello.
A mí Paulino García, y estoy seguro de que a mi padre también, me parece un señor (y sé que es responsable de gran parte del buen hacer de Equiano). Verlo a Paulino en el Hipódromo me sigue despertando lo que de bueno tiene la nostalgia y ya conté aquí que una mañana estuve a punto de darle un abrazo de oso por ayudarme a pensar que de aquellos años gloriosos (Fan Fan la Musique, Thunderball, Villarroel, Yuppi Du, Fulgencio de Diego...) todavía nos queda algo. Sólo el encontrarlo esa mañana tan fantásticamente acompañado por su mujer y por sus dos hijas detuvo mis impulsos carpetovetónicos.
Paulino García conquistó a lomos de Príncipe Duero el Gran Premio de Madrid de 1979 con dos cuerpos y medio de ventaja con respecto a Sácara, y completó una monta épica a Trazo con un estribo roto en la Copa del Rey que ganó Mayorazgo por medio cuerpo (la leyenda cuenta que Su Majestad dijo nada más terminar la carrera que le hubiera llenado de orgullo y satisfacción que hubiera ganado Paulino con Trazo).
Según mi padre, Paulino García, el único de los "viejos rockeros" aún en activo que ha ganado el Gran Premio de Madrid, hacía de los potros auténticos misiles ultrasónicos porque de tanto en tanto les atizaba un tornavironazo.
Qué tiempos aquellos...
Borja Fayos me parece un jockey excelente. Y no sólo porque lleva años demostrándolo, sino porque su energía a la hora de acometer el rush final es como la de pocos y porque, como también concluía Iñaki Urrestarazu desde su espacio, sabe hilar fino cuando es menester.
Dicen (dijo Juan Pedro Avial la semana pasada) que todos los jockeys en pleno acordaron con los comisarios que no fustigarían a sus monturas en carreras de potros debutantes. Me parece perfecto.
Como ya he dicho en otras ocasiones intento vivir y dejar vivir y, además, me parece muy saludable seguir las directrices pautadas en el aserto aquel que manifiesta que donde hay patrón no manda marinero.
Sentadas estas bases, y repitiendo para los incrédulos del mundo entero que me parece perfecto lo que pactasen jockeys y comisarios, que intento vivir y dejar vivir, y que sigo a pies juntillas lo de que donde hay patrón no manda marinero, quisiera hoy lanzar unas preguntillas por cuanto a lo de Fayos, Yepes, los comisarios y el conflictivo distanciamiento del día de la reapertura.
Allá voy:
¿Se distanciará a partir de ahora sin fórmula de juicio a los caballos no debutantes que reciban más de ocho fustazos a lo largo de la carrera?
¿Por qué no fueron distanciados el resto de caballos a los que, al entender de foreros extraordinarios, también se les atizó?
¿No os parece una medida que pudo haber nacido más que nada con fines disuasorios (al tomarse en la primera carrera de la primera jornada) y vaya a quedar el propósito de cumplir el código a rajatabla desde entonces y en adelante en agua de borrajas con el consiguiente menoscabo de la dignidad de los apostantes, propietario, entrenador y mozos de Yepes?
Si Jose Luis Borrego le hubiese dado un mordisco a Piolín en el cuello y Piolín hubiese ganado y alguien hubiese podido probar que Piolín ganó por el mordisco (desconozco, por cierto, si alguien ha probado que Yepes ganó por los dos fustazos), ¿se habría distanciado a Piolín?
¿Alguien puede explicarme en condiciones el sentido de la película 2001, Una Odisea en el Espacio (esta pregunta no tiene nada que ver con el tema objeto de debate, pero es algo que me inquieta sobremanera)?
¿Es justa la fama de pegador (con independencia de la paliza puntual a Arnoia, que sé de grandes grandísimos a los que también se les anotaron palizas puntuales) que tiene Borja Fayos?
¿De haber montado Fayos ayer a Yepes -una semana después del día de su debut- y de no haber peleado hasta el máximo por no infligirle a un "dos años" un castigo de siete latigazos estaríamos hablando de Fayos, el mafioso?
¿Ninguno más pensó en pedir un autógrafo a Affirmed tras leer su intervención (la de Affirmed) en el hilo de Limpid "Vergonzoso lo de la Primera"?
¿No es incompatible la norma de no pegar a ningún potro de dos años en carreras de debutantes con la norma que habla de la obligatoriedad de defender las posibilidades de un caballo con todos los medios al alcance del cabalgador? Y a colación de esto, y a pesar de que sé que alguno bien pudiera argumentarme algo medio convincente, ¿no sería mejor si los jockeys y los comisarios han pactado que no se puede arrear a los debutantes en carreras de debutantes -y para que los jockeys no tuviesen la tentación de recurrir a un medio a su alcance para ganar la carrera- que los jockeys salieran sin fusta en este tipo de carreras? Esto último lo escribo porque el hecho de que haya quedado prohibido castigar a los potros debutantes y se les autorice a los jinetes a ir provistos de látigo me parece tan absurdo como decir a un adolescente: "No puedes mantener relaciones sexuales, pero llévate el preservativo. Y coge uno de esos, de los ultrafinos"; o como espetarle al "Kun" Agüero: "No se te ocurra jugar al fútbol, pero ahí tienes el etrusco y el Vicente Calderón con el césped recién cortado"; o como soltarle a Pantagruel: "No comas más, que el estómago se te ensancha, pero ahí queda caviar iraní y champán brut". O como avisarnos a los foreros de bien: "No os fijéis en la mujer de vuestro prójimo, pero aquí tenéis a vuestro prójimo Christian Karembeu".
En fin, damas y caballeros, que pocas cosas hay tan veraces como que este Leonard vive y deja vivir, como la aseveración de que donde hay patrón no manda marinero y como el hecho de que a Paulino García le están saliendo canas en la zona de las sienes.
Y esto último, lo de que a Paulino García se le esté poblando de canas la zona de las sienes, me hace pensar que, quizá, cuando este Otoño que ya está llamando a la puerta haga caer las hojas que aún le restan al calendario de este 2007, de mi época gloriosa de La Zarzuela (Tintorro, F.S. Figueroa, Glamour, Rubrique, A. Barderas...) no queden más que las cenizas.
Y me hace pensar que, quizá, cuando muchos otoños hayan hecho caer las hojas que les resten a muchos calendarios, a vosotros o a vosotras, que os encontraréis a Fayos peinándose las canas en unos aseos que a lo mejor ya no son portátiles o en los aledaños del rincón del salchichero, y recordando que Borja, que un día le propinó dos leñazos a Yepes en una carrera de potros debutantes, fue ese chico de vuestra época gloriosa cuya monta llenó de orgullo y satisfacción a Su Majestad el Rey don Juan Carlos en el retorno del monarca a La Zarzuela y ese jockey aventajado que paseó el nombre de España por los mejores hipódromos del mundo, a vosotros o a vosotras, decía, os asalten las ganas de abarcar al susodicho Fayos con un fuerte abrazo de oso.
Por cierto, ¿os he escrito alguna vez que me apunto sin dudarlo a lo de que donde hay patrón no manda marinero?
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