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CUENTA CONMIGO, COMO LA PELI
Autor Mensaje
Leonard Quercus
Registrado: 13 Dic 2006
MensajePublicado: Dom Feb 03, 2008 11:35 am    Asunto: CUENTA CONMIGO, COMO LA PELI  

A mí me encanta el cine. Me gusta tanto el cine que, muchas veces, mi hermano y yo mantenemos largas conversaciones salpicadas de continuo de frases y trozos de películas (algo que, en su día, exasperaba a mi padre). Aún más: soy un entusiasta tan enfervorizado que los mensajes que le envío a mi hermano para contarnos cosas, algo que hacemos casi a diario, los termino todos con una despedida tomada del guión de una película de Sidney Pollack: "atentamente, Hazel Jack".
Mi hermano, por supuesto, acaba sus mensajes con otra frase de película: "un besito a Raquel de mi parte".
Eso, lo del final de los mensajes de mi hermano, me ocasionó al principio no pocos conflictos con mi santa, al creerse ella que yo se la estaba pegando con una tal Raquel. Todavía ahora, habiéndole explicado cientos de veces a mi costilla que lo de "un besito a Raquel de mi parte" no es una petición de mi hermano sino la última frase de la carta que dirige Josh Baskin a sus padres para tranquilizarlos una vez que se ha convertido en hombre adulto por mediación del poder de Zoltar en la estupenda Big, de Penny Marshall, Marisa se sigue mosqueando un poco.
Mi hermano y yo usamos de los guiones de las películas para preguntarnos por ciertos seres desmadejados: "¿quién será este zángano?"; para solicitarnos enseres: "el mundo es muy grande y mis necesidades son pequeñas"; para prestarnos dinero: "enséñame la pasta"; para reconvenirnos por las trastadas de nuestros retoños: "¿has visto lo que ha hecho la cochina de tu hija?"; para quejarnos de mamá: "tu madre nunca me quiso"; para cuestionarnos la esencia misma de algunas circunstancias: "¿a esto le llamas Arqueología?"; para llamarnos al orden si la lengua nos confunde: "por favor, absténgase de decir obscenidades en presencia de estas personas... Me obligará a azotarlo"; para inquirir sobre vicisitudes que desconocemos: ¿cuál es el enigma del acero?; para explicar como es la existencia en realidad: "la vida es como una caja de bombones"; para hablar de futuras caídas: "en el quinto mi culo irá a la lona" o para desearnos un buen día: "¡¡sí, sí...; que te jodan a ti también"!!
Incluso el otro día, la noche en que el Atleti se iba a quedar fuera de la Copa del Rey, mi hermano me espetó que se caía de la convocatoria del Calderón con una frase de Mancini, el abúlico paciente de Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco: "He ido a hacer snow y estoy muy cansado. Tremendamente cansado...". Yo, por descontado, le contesté como Randle Patrick McMurphy: "Ya descansarás después".
Como aficionado al cine, además de haber participado en algún foro relativo al Séptimo Arte -foros en los que los cuchillos vuelan algo menos afilados-, me ha apetecido mucho siempre conocer de otros aficionados a prueba de bomba sus escenas favoritas en películas de buen calibre.
Yo, personalmente, tengo mis escenas preferidas. Me subyuga aquella de El Nombre de la Rosa, a donde se volvió Adelmo, en la que el irascible y malvado Jorge de Burgos discute con Fray Guillermo de Baskerville en el scriptorium por la conveniencia de que los monjes rían o no; me estremece la escena en la que Antonio Salieri -que ha sido oculto testigo de como un joven jactancioso, juguetón y libertino acosa a una hermosa muchacha en una sala privada del palacio de un arzobispo- descubre cuando empiezan a sonar los acordes de la Gran Partita en Amadeus a su admiradísimo Mozart en la figura de un chico pequeño y retozón, o me emociona hasta las lágrimas en Forrest Gump aquella en la que Gary Sinise vestido de Teniente Dan le da las gracias a Tom Gump (o a Forrest Hanks) antes de lanzarse al agua desde la cubierta del Jenny 1 por haberle salvado la vida...
En La Lista de Schindler, que es una película modelo en todos los aspectos, hay una escena muy chula que quiero recordar. Es La Lista película que refleja bien la crudeza y la maldad del hombre, pero la escena en sí habla de la Confianza, de la Fidelidad:
Cuando al fin Óscar Schindler ha conseguido llevar a buena parte de los judíos cuyos nombres aparecen en aquella lista que es el bien absoluto y ante la que se abre el abismo a su fábrica se da cuenta de que le faltan las mujeres. Luego, más tarde, se entera de que las mujeres están en Auschwitz.
En la escena de la que os hablo, la escena de la Fidelidad y la Confianza, Óscar Schindler, después de haberse jugado la vida una vez más, regresa a su fábrica a la cabeza de todo un escuadrón de mujeres heladas, machacadas, desgreñadas y ateridas. Sus hombres, los hombres de las mujeres, apostados enfrente de las ventanas de un barracón desvencijado, intentan encontrar entre ellas a sus esposas e hijas. Itzhac Stern, en cambio, espera a Óscar.
Cuando Ben Kingsley (Stern) ve llegar a ese pedazo de Liam Neeson (Schindler) se vuelve a sus labores. Es perfecta la manera que tiene Spielberg de explicar que Itzhac Stern, sabiendo que Óskar Schindler está entre ellos, vuelve a verlo todo desde otro prisma: "si usted está aquí, herr direktor, nada puede ir mal".
Ayer fue el Día de la Marmota...otra vez. Fue un día con su parte alegre porque Cludmi, a quien le debo el final de ese cuento, regresó a casa tras el post-operatorio.
Fue un día alegre porque el madrid no ganó al Almería (el real madrid-Almería coincidió con el fin de semana que vino Jazz a Madrid) y porque parece que lo de la Rhinonemia o lo de la Polimorfondulitis Aguda se va a quedar sólo en la triste y desoladora pérdida de un potro que tenía toda la vida por delante (lo siento en el alma).
Y fue un día alegre porque, pese a todo, la veterinaria cuya labor se puso en tela de juicio por no se qué energúmeno que apareció de la nada, ha demostrado una vez más que es la mejor del mundo.
Soy una persona apasionada, vehemente. Mis amigos dicen que conmigo es siempre blanco o negro, todo o nada, o bien o mal. Así, sin términos medios aristotélicos.
Es verdad. Es verdad y me gusta que así sea.
No creo en las tibiezas en este planeta que habitamos. No me parece que sea la hora del "sí...bueno, pero..." y sí, en cambio, creo que es la hora del SÍ rotundo. O del NO absoluto.
Afriketa es mi amiga, no lo voy a ocultar. Y eso que no la conozco en persona, pero sé que su sonrisa y ademanes me transmiten paz y tranquilidad.
No he leído todo lo que se ha apuntado por aquí de la Rhinonemia o de la Felipedorris, pero a mí me basta con que Afriketa me diga que X ha sido la causa de la espantosa y lastimosa muerte del animal de Roberto López para que yo piense que la causa ha sido X.
Y como soy hombre vehemente y apasionado apuesto todo por Marta, mi amiga.
Si tú me dices, Afriketa, que mi perro ha fallecido por una ingestión masiva de panquetes, aunque ni yo ni nadie le haya dado a mi perro nunca panqueques, mi perro ha muerto por una ingestión masiva y asquerosa de panqueques.
Soy como Itzhac Stern que te ve llegar, Marta.
Si tú estás aquí nada puede ir mal.
http://www.youtube.com/watch?v=IbatmeCLMEE
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Ultima edición por Leonard Quercus el Dom Feb 03, 2008 2:00 pm, editado 1 vez
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