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Las fieras de la doctora Bidgood
 
Autor Mensaje
Almazy



Registrado: 29 Nov 2006

MensajePublicado: Mar Mar 04, 2008 8:13 pm    Asunto: Las fieras de la doctora Bidgood  

LAS FIERAS DE LA DOCTORA BIDGOOD

Seguro que muchos, al igual que yo, han quedado gratamente perplejos con algunas de las actuaciones de sus caballos este invierno. Sobre Lisselan Gardens ya está casi todo escrito. Tras una propiciatoria reaparición en Sevilla se ha ganado el respeto de los turfistas franceses en su intento de lograr un póker de victorias en tan sólo un mes. Me atrevería a decir que el aguerrido negrito está en la lucha por el título de Caballo del Invierno en Francia, junto con el torpedo Trevelez y alguno más. Sin duda alguna que Gardens y Santi Martín se han labrado una imagen de coriáceos gladiadores. Si bien en Pau todo fue una galopada dominante, una auténtica representación de la velocidad natural de un purasangre rompiendo la carrera desde el primer tranco, en Cagnes hubo tres exhibiciones de la velocidad aliada con un irreductible espíritu de lucha, hecho poco frecuente en los sprinters. El sprinter que domina con solvencia la carrera de principio a fin es moneda corriente, pero resistir con tan sólo un cuello por delante y durante 300 metros la embestida de un pelotón que ha estado economizando energía durante el primer kilómetro es cosa que no se ve todos los días. Se podría decir que estas victorias de Lisselan Gardens, de tan pírricas, han logrado silenciar las comunes críticas hacia Santi Martín por su dureza en la recta final. Como si jinete y caballo se hubiesen convertido en una agónica unidad: nadie podrá discutir que Santi Martín también echó el resto en las victorias de la Costa Azul. Caballo y jinete trascendiendo el dolor y el agotamiento en la consumación de la victoria. Dicen que los caballos saben cuándo han ganado. De ser esto cierto, bajo el mando de Santi Martín y con arena bajo los cascos Lisselan Gardens habría descubierto el indomable guerrero que lleva en la sangre, su predilección por el cuerpo a cuerpo, el cabeza con cabeza victorioso con el que sueñan las masas turfistas.

¿Y que decir de Le Courlis, de su manera de pulverizar el handicap el pasado 17 de febrero? Aquella manera de volar en la recta final perdiendo en la lejanía a sus rivales. Confieso que hasta el pasado otoño yo le tenía manía al pobre Le Courlis, me disgustaba por ser tan pobre, porque a tres años, ya con 13 carreras en el cuerpo, tuvo que irse hasta el hipódromo de Vic-Fezensac para salir de maiden. En el opulento turf francés todo caballo tiene su oportunidad para abandonar su condición de maiden. Aunque carezca de la más mínima habilidad, aunque sea un desheredado de la fortuna equina, un sin esperanza, en pistas como la de Vic-Fezensac estos caballos logran desprenderse de su allá vergonzante condición de maiden. Antes de aquel día de gloria barata (3.000€ al ganador) Le Courlis había fracasado rotundamente en sendos handicaps del sudoeste corriendo en valor 25. En Francia un tres años que en verano llega lejísimos corriendo handicaps de provincias en valor 25 es un candidato a hundirse rápido en el fondo del pozo galo, el valor 17. Tras su victoria en el Todo a Cien de Vic-Fezensac Le Courlis emigra a España en busca de oportunidades. Como su situación en el handicap francés hacía presagiar durante once meses es un abonado al furgón de cola, hasta que de pronto, el pasado otoño, comienza el fenómeno que yo denominé Clínica Bidgood. Le Courlis se mete segundo en un modesto pero multitudinario handicap madrileño, gana el siguiente y después asume la subida en la escala con un espléndido 2º, frente a 19 rivales y con 62 masivos kilos. Tras dos meses de vacación se afina en la reaparición para luego destrozar el handicap dominando por 8 cuerpos, propinando un seco guantazo a los incrédulos handicappers.

Tenemos pues a Le Courlis, en su 28ª actuación convertido en una especie de pequeño Secretariat de Dos Hermanas. Vista su abrumadora victoria sevillana es toda una incógnita hasta dónde puede llegar. ¿Qué ha pasado con Le Courlis? Es un misterio. El caballo sencillamente parece otro. Algo leímos el pasado otoño sobre que la doctora Bidgood ejercitaba a sus caballos en una piscina. Quién sabe, igual a través de su patrón Lisselan Farms la entrenadora se ha introducido en el mundo de la alta tecnología americana para la puesta a punto del purasangre.

Hace unas semanas Jennifer Bidgood declaraba en la revista que sus caballos suelen necesitar la carrera de reaparición. El comportamiento de Lisselan Gardens y de Le Courlis parecía corroborar esa afirmación. Pese a todo el pasado domingo Like to Golf salía de favorito pese a ser una reaparición sobre el muy exigente maratón mijeño de 2.200 metros y soportando una carga de 62 kilos. El zaino de Lisselan Farms, guapo él, lucía esplendoroso sobre la arena malagueña, contenidos sus aires dominantes como de toro de lidia, parecía amenazar con asfixia al que osara ponerle en entredicho. Pronto se vio que la carrera iba a reeditar el canon de los matarones mijeños, que dictamina que llegados al curvón final muchos de los contendientes desaparecen súbitamente de la escena como conejos baleados por un lejano cazador…

En el antiguo canon mijeño los jinetes atacaban, all out, al comienzo del curvón, ya fuera carrera sobre la milla, ya fuera de 2000 metros o maratón de 2400. El ataque era al comienzo de la curva ya que quien entrara primero en la recta difícil era que perdiera. Pero el antiguo canon había entrado en ligera crisis con el cambio de posición del poste de meta. Desde entonces no era tan raro ver a un caballo perder la victoria en los 100 metros finales. Tan sólo media hora antes Ivan López, alias Iván el Terrible, había propuesto, sabiamente, la reforma del canon mijeño con Rutters Rebel. El caballo había galopado en medio del pelotón, a distancia prudencial de los punteros. Llegado al curvón su jinete se mantuvo quieto como una estatua hasta recorrer la mitad del giro, momento en que apretó el botón y lanzó a su caballo que, entrando ya de líder en la recta logró mantenerse victorioso hasta el poste.

Pero Santi Martín, en tanto que jinete fundacional de la pista mijeña, es adepto del viejo canon y atacó con Like to Golf justo al comienzo del curvón. “Ahí te quiero ver –pensé yo- con esos 62 kilazos y rompiendo la carrera con demasiada premura”. A todo esto el puntero asfixiado haciendo crack, en el papel del conejo baleado, y los perseguidores impotentes, sus jinetes remando con todas sus fuerzas, como si en traineras en lucha con la galerna. Like to Golf, todo poderío, había abierto brecha poco antes de entrar en la recta, pero ésta iba a ser tal vez demasiado larga tras semejante derroche energético. Entonces llegó la hora de la verdad y de pronto fue como Lisselan Gardens en la Costa Azul. Like to Golf y Santi Martín, pura bravura y tozudez de victoria, no dieron su brazo a torcer y sobrevivieron los sucesivos ataques hasta la meta.

Del mismo modo que Lisselan Gardens, Like to Golf había demostrado una gran capacidad de lucha pese a ser mera carrera de reaparición y puesta punto. A ver quién le tose en la próxima, ya con esa carrera en el cuerpo.

En el caso de Like to Golf, como en el de Le Courlis, hay un antes y un después de la creación de esa imaginaria Clínica Bidgood. Hay que tachar las seis carreras británicas de Like to Golf como si no fuesen suyas, y considerar su debut español, en pleno nacimiento de la Clínica, como si fuese su debut absoluto a la competición. Bajo estos postulados estamos antes un muy poco corrido cuatro años con amplio margen de progreso. Y a favor de la doctora Bidgood hay que resaltar que estos caballos no sólo han entrado en un estado de gran condición física sino que también, desde el punto de vista psicológico, los ha dotado de una férrea moral de victoria, convirtiéndolos en indomables guerreros.

No se puede pedir más.
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