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VILLAPADIERNA´S PRIZE
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RUN ALICE RUN
Registrado: 06 Jun 2008
Publicado: Mie Jun 11, 2008 7:52 am    Asunto: VILLAPADIERNA´S PRIZE  

Y entraba Rheffissimo por la puerta de entrada del añorado Recinto de Ganadores. Y entraba rodeado de la masa, del público, de chavales y mayores que querían aproximarse a su ídolo hípico; y Román Martín, el grande, que no sonreía ni que le hubiera tocado la Primitiva (en el caso que la Primitiva se jugara en aquellos tiempos, que va a ser que nanay, caballo de los años 80), montando altivo y satisfecho. Y llegó a su altura el Conde Villapadierna, elegante, moderno, con la prestancia propia del Nobiliario patrio de tiempos en sepia, con traje a medida, corbata que aún hoy estaría en boga y sombrero de fieltro, abriéndose paso entre enfervorizada multitud, para desde el mundano terreno, asir de las riendas a su caballo y emplazarlo en el recinto de vencedores…

¡Ay, qué tiempos aquellos, Manuela!. Con el recinto de ganadores, madre mía; con los propietarios recogiendo de las riendas a sus campeones, con Marita Villalonga recogiendo a Richal con su elegantísimo traje negro y su glamourosa pamela, con paso lento, recreándose en la suerte, atravesando entre el enfervorizado público que les rodeaba, abierto el camino por el fiel Platanito (sin irregular pancarta en este caso)… Los pelos como escarpias, damas y caballeros, como escarpias…

Y la grandeza del Conde, del que hablaban lenguas que mantuvo romance estelar con, nada más y nada menos que, Rita Hayworth, y que fue necesario impulsor de “lo nuestro”, con el refresco de sangres imperiales, con la desmedida afición que nos permitió disfrutar de caballos como Wiildsun, Tranora, Reltaj, La Scandalossa o Rheffissimo, entre muchísimos otros grandes entre los grandes, le hizo acreedor hace ya su tiempo, a rememorar carrera principal en nuestro Hipódromo: ni más ni menos, ni menos ni más, que el Derby; la carrera que solo se puede correr una vez en la vida y que prestigia a su ganador y perpetua su nombre en letras de oro de la Historia del turf nacional.

El domingo se corrió el Derby, el Villapadierna, carrera principal de nuestro calendario y paradigma de gran premio en todos los países hípicamente desarrollados; y ganó Tsarabi, del gran Ferdemente (del Estu tenías que ser) en buena lid, y pienso en cómo me hubiera gustado ver al propietario del caballo, vestido en elegante traje para la ocasión, esperando a su campeón en la puerta de vencedores, para recogerle sudoroso y exhausto, para recogerle satisfecho y emocionado, por sus riendas, palmetear su cuello, agradecerle el esfuerzo, felicitar a su jockey, y abriéndose camino entre los aficionados que por allá anduviéramos, llevarle hasta el desaparecido Recinto de Ganadores… Y cómo le hubiera gustado al Conde que se perpetuara aquella misma imagen, como perpetuada quedó la imagen suya recogiendo a Rheffissimo, con ese Román Martín imberbe e insondable, atravesando entre la multitud, haciendo partícipe a los presentes del enorme éxito que supone vencer en carrera tan principal…

Desde donde se encuentre el Conde, desde donde se encuentre Marita, con su elegancia y sus pamelas, o D. Antonio Blasco o el propio Duque, estarán en amena conversación, escribiendo un comunicado por el que se solicita a la mayor brevedad, la reapertura del Recinto de Ganadores, que convierte al aficionado de a pie, por un breve instante, en compañero de fatigas de Nobles y Nobles brutos triunfadores triunfantes. Y hacerles caso, hombre… que estos tipos sí que entendían…
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