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CONOCIENDO A LOS CABALLOS
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las delicias



Registrado: 27 Feb 2007

Publicado: Sab Ago 30, 2008 1:06 pm    Asunto:  

Muy interesante, me gustaría conseguir ese libro de memorias aunque sea en inglés para leerlo.

Cuando puedas sigue.

Sobre lo que comenta George Lambton, me parece de gran interés. Aquí lo que hago es que, cuando me llevo a los caballos a entrenar, después del trabajo, vuelven a su prado, y, será cosa de instinto, se van a la zona más fresca y se revuelcan en un lugar que tienen "machacado" y libre de cualquier hierba o raíz. La verdad, es que aunque sus sesiones de trabajo y paseo duran de dos a tres horas, no consigo que suden ( y eso que a veces hacemos 25 o 30 km. entre paso, trote y galope en unas 4 ó 5 horas, incluyendo paradas para que beban o en bares, como ya dije).

En definitiva, coincido mucho con este entrenador en el modo de trabajar a los caballos y en dejar que "el caballo vuelva a ser caballo" y cree sus propias defensas. De hecho, desde que tengo los caballos por aquí (y recuerdo que en invierno nieva y llegamos a 20 bajo cero), ninguno de ellos ha tenido ni el más mínimo síntoma de resfriado, aunque haya temporadas en las que la lluvia es persistente durante una semana y, al contrario de lo que pueda pensar la mayoría, los caballos no se refugian para evitarla.

Gracias Sansovino.
Sansovino



Registrado: 02 Dic 2006

Publicado: Sab Ago 30, 2008 2:21 pm    Asunto:  

La referencia es: Lambton, the hon. George, IN MY OPINION, Costable, 1928 (edited by Major W.E. Lyon) aunque no se si encontrarás un libro tan viejo, quizá en alguna librería especializada de Londres.

Tengo tiempo antes de comer de traducir otro trozo:

"La dificultad de entrenar a un caballo para una carrera larga reside en darle el trabajo necesario sin que llegue a sobrepasarle y aburrirse con ello. Dos buenos galopes semanales es suficiente para noventa y nueve de cada cien caballos, y si pones miércoles y sábado como tus días de galope, el jueves y el domingo puedes dar al caballo un día tranquilo de paseo apartado de las zonas de entrenamiento. Generalmente te mostrará en su box cual es el efecto que le está haciendo el trabajo. Si come bien y chilla pidiendo más, puedes tomar como regla que todo va bien, e incluso incrementar su trabajo, pero en el momento que parezca querer apartarse del pesebre, debes relajarle. Algunos caballos trabajando fuerte no siempre comerán durante el día; no se debe dar mucha importancia a esto, pero si un caballo no toca su maíz por la noche es una clara señal de peligro; también, si un caballo está nervioso en la cuadra antes de salir a trabajar, significa que su mente no está tranquila y está pensando demasiado en ello. Para funcionar bien tanto hombres como animales deben estar felices y contentos. En días que no tengas mucha tarea trata de todas las formas posibles de convertirlo en un día agradable para los caballos. Déjales que hagan un cánter largo y constante, diez o doce a la vez, y cuando empiecen a tirar déjales que deambulen y coman hierba con los hombres desmontados, y sitúalos lejos de las zonas de galope.

Lo primero de todo es tener un buen primer mozo y buen personal. Una persona de mal o brusco temperamento puede arruinar a un caballo sensible en una semana. Cuando lleguen tus yearlings y hayas tenido tiempo de aprender algo sobre sus caracteres, haz una selección cuidadosa entre tus muchachos antes de decidir quien se encargará de cada caballo. A pesar de toda la buena voluntad del mundo, algunos mozos son bastante mejores que otros, y casi todas las cuadras tienen cuatro o cinco que pueden hacer de todo con sus caballos. No estoy hablando de montarlos sino de cómo se cuida a los caballos en las cuadras, y nadie salvo un entrenador creerá la enorme diferencia que existe entre el buen mozo y el solamente moderado. Yo mismo no soy alguien de estricta disciplina y no estoy libre de falta. Me gusta vigilar y perdonar errores si alguien se comporta bien pero hay algunas cosas que no toleraría. Si encuentro a un hombre tratando a su caballo de forma irresponsable no tendrá nunca oportunidad de volver a hacerlo en mi cuadra. Yo no hago ruido ni soy rudo y si veo a un mozo “educando” a su caballo en la boca o golpeándole habrá problemas, a menos que se le haya dicho que lo haga. Odio el mal lenguaje, tanto dentro como fuera de la cuadra. Los caballos son muy sensibles al sonido y una voz malsonante y áspera les molesta mucho más de lo que la gente cree. Tengo la suerte de tener en mi cuadra a muchos hombres que han estado conmigo desde que eran chiquillos y ofrecen un buen ejemplo para los más jóvenes. Somos todos buenos amigos, y gracias a ello las cosas marchan tranquilamente. Debes estar en buenas relaciones con tu gente si quieres que te trabajen bien y cuando pasas un buen momento ver que ellos participan."
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las delicias



Registrado: 27 Feb 2007

Publicado: Sab Ago 30, 2008 8:16 pm    Asunto:  

Efectivamente, el tono con el que se habla a los caballos es muy importante, asçi como el trato. También el conseguir que los caballos no se aburran de siempre lo mismo.

Me gusta como pensaba este hombre.
las delicias



Registrado: 27 Feb 2007

Publicado: Mar Sep 02, 2008 4:58 pm    Asunto:  

Sansovino: Ya he encontrado el libro, aunque en edición de 196..y algo, lo he encontrado en una libreria inglesa; espero que en los próximos días me llegue, estoy impaciente por comenzar su lectura.
Sansovino



Registrado: 02 Dic 2006

Publicado: Mar Sep 02, 2008 5:43 pm    Asunto:  

Me alegro mucho Delicias. Ya no traduzco pues el trocicto que me faltaba del pequeño extracto que tengo. Ahí Lambton habla sobre los caballos dentro de las cuadras y entre otras cosas lo que incordian a veces los propietarios cuando van a ver a sus campeones y coincide con su hora de comer. Supongo que las visitas de propietarios con sus amigos es un problema frecuente en las cuadras de carreras, pero claro son los dueños y los que pagan al entrenador y hay que actuar con diplomacia como dice Lambton.

Po cierto en el trozo que traduje sobre los baños de arena la traducción más correcta no es remover la arena, sino revolcarse en ella. Está visto que a los caballos les gusta mucho esa inocente actividad por lo que también tu cuentas de los tuyos.

Espero que te guste el libro y si alguna vez nos conocemos que me lo dejes unos días. Hay bastante literatura interesante en inglés sobre estos temas. Te recomiendo también por ejemplo los escritos de John Hislop, un jinete aficionado que luego fue criador artesanal de uno de los mejores caballos del siglo XX, Brigadier Gerard.

Sansovino
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las delicias



Registrado: 27 Feb 2007

Publicado: Mar Sep 02, 2008 5:53 pm    Asunto:  

Mauricio Delcher padre sí tiene (o tenía) la costumbre de, después de haber duchado a los caballos en verano, sacarles de la cuadra y dejar que se revolcaran en algún montón de arena.

Por lo que yo he podido ver en los caballos en libertad, es un modo de eliminar los mosquitos y de rascarse en aquellas zonas de su cuerpo donde no llegan, como la cruz, la grupa.

Es curioso que muchos caballos que salen de cuadras (de hipódromos o hípica), al principio no saben bien cómo revolcarse, hasta que aprenden y se llegan a dar "vuelta y vuelta" a los dos lados...disfrutan de lo lindo. Después del "revolcón de arena", y cuando se han levantado, una buena sacudida para eliminar el "sobrante"de arena o barro.


Queda pendiente el préstamo del libro.
las delicias



Registrado: 27 Feb 2007

Publicado: Mar Sep 02, 2008 7:28 pm    Asunto:  

Libro de John Hislop conseguido...me ha costado pero lo he encontrado en USA en edición original...o me arruino o acabo aprendiendo de caballos. Gracias Sansovino, da gusto compartir conocimientos.
las delicias



Registrado: 27 Feb 2007

Publicado: Mar Sep 02, 2008 9:36 pm    Asunto: Los gallos de Ceferino Carrasco padre  

Veréis, hace ya muchos, muchos años, había en el hipódromo un señor muy mayor, padre de Ceferino Carrasco , calvete, flacucho, pero que tenía, en las cuadras del principio del hipódromode LZ, al final del todo, dos o tres caballos, que domaba y montaba. Era impresionante verle, montaba todos los días, se caía,.. eso era mérito. Pero lo bueno, era que sus caballos conviviían con gallos de pelea (o gallinas, da igual). Era curiosos ver cómo las aves se ponían en los lomos de los caballos y éstos ni se imutaban.

Pues hoy he hecho lo mismo. Viendo que mis caballos estaban agobiados con los bichos (moscas y tábanos principalemente), les he puesto en el lomo una gallina a cada uno... increíble pero cierto..las gallinas se han inflado a comer bichos, los caballos se han dejado hacer....estoy por preparar una carrera, en vez de jockeys, amazonas y gentleman o entrenadores ...de "gallinas"...ya os contaré...menudo equlibrio tienen las bichas...
Sansovino



Registrado: 02 Dic 2006

Publicado: Mie Sep 03, 2008 12:33 am    Asunto:  

Muy bueno lo de las gallinas. Cual libro has comprado de John Hislop?, en google he visto estos:

The turf (1948)
Steeplechasing (1951)
From a Gentleman (1960)
Of Horses and Races (1961)
The Brigadier (1973)
From Start to Finish. First Steps to Flat-Race Riding (1980)
The Faber book of the turf (1990)
Hardly a Jockey (1993)

Tengo los tres penúltimos. El Faber book no es de Hislop sino una antología recopilada por él, donde aparece el extracto del libro de Geoge Lambton.

Hislop se centra más en las carreras que en el entrenamiento y la vida de los caballos, pero escribe muy bien de todo. Su gran recompensa fue criar (casi en su casa) un caballo como Brigadier Gerard y ser su propietario (rechazó todas las ofertas millonarias de compra que le hicieron). De su libro sobre el caballo os paso un extracto narrando un galope de entrenamiento antes de la última carrera de su vida, el Champion stakes de 1972 que ganó por segunda vez como todas las 18 carreras que corrió en su vida salvo una. Creo que ya lo pasé una vez en el foro, pero ahí va, me parece precioso:

"Así pues la suerte estaba echada y el Champión Stakes se convirtió en la aparición final del Brigadier. La carrera llegaba exactamente tres semanas después del Queen Elizabeth Stakes, el sábado 14 de Octubre. Como antes de la carrera de Ascot, Dick Hern pensó que beneficiaría al Brigadier hacer su último galope en el hipódromo de Newbury, en lugar de completar su preparación en casa.

La mañana del galope del Brigadier en Newbury amaneció con una niebla bastante densa; tanto que me pregunté si podríamos siquiera trabajar a los caballos. Sin embargo clareó justo lo suficiente para ese propósito, aunque la niebla habría impedido celebrar carreras. El Brigadier y Almagest iban a hacer siete furlongs en el sentido contrario de la pista, es decir a mano derecha, acabando en el extremo de la recta de enfrente. El terreno estaba magnífico, algo a agradecer a Frank Osgood, que siempre tiene la pista de Newbury en tan buen estado. Aunque el Brigadier sabía exactamente donde estaba, siempre había galopado y corrido en el otro sentido, tal como se disputan las carreras, por lo que estaba interesado en sentirse bajo una rutina diferente. También se daba cuenta de que trabajaba en dirección a su remolque y se mostraba alerta y dispuesto.

A veces la niebla tiene un efecto perturbador sobre los caballos, quizá porque pueden perder en ella su sentido de la dirección, haciéndoles querer ir más rápido, en la posible esperanza de salir de la niebla tan pronto como sea posible; recuerdo al ahora exitoso entrenador “Violinista” Goodwill, cuando trabajaba para el difunto Tom Leader, haciéndose unos seis circuitos de los Links en Newmarket después de que todo los demás en los galopes habíamos parado, antes de poder detener a la yegua que montaba. Afortunadamente una desventura así nunca le sucedió al Brigadier, a pesar de que trabajaba siempre con enorme entusiasmo.

Había un tinte dramático en la escena mientras permanecíamos de pie escrutando a través del velo de la niebla hasta ver surgir a los caballos. No se podía ver nada de las tribunas al otro lado de la pista y el silencio era completo; podríamos encontrarnos en el espacio lejano. Entonces, débilmente primero e incrementándose progresivamente, llegó ese inconfundible y emocionante sonido que en 2000 años nadie ha descrito mejor que Virgilio en su “quadripedante putrem sonitu quatir ungula campum” – el batir de cascos de caballos galopando – y de entre la niebla surgió el Brigadier que iba dejando atrás a Almagest. Desde unas pocas yardas de distancia, donde yo estaba cuando pasó, era una visión maravillosa e impresionante, las orejas levantadas, los ollares abiertos, su tronco y extremidades, grandes y poderosos, moviéndose con el ritmo y la fuerza de un tren expreso, sus cascos rasgando la hierba bajo él – con mi sentimiento por los empleados de Frank - la potencia de su avance haciendo flamear la cola en la corriente que dejaba detrás. Su sentido de la dirección le llevaba hacia el extremo de la recta, donde le aguardaba su camión y en verdad viajaba decidido a alcanzarlo lo más rápidamente posible. En un instante se había desvanecido en la niebla, el sonido de sus cascos disminuyendo, hasta que de nuevo nos encontramos en silencio.

Jamás le había visto trabajar tan impresionantemente y así quedé convencido de que no había caballo en el mundo capaz de batirle.
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las delicias



Registrado: 27 Feb 2007

Publicado: Mie Sep 03, 2008 1:25 pm    Asunto:  

El libro es Breeding for Racing, una edición de 1976.

Acabaremos intercambiándonos libros para leer.

Saludos
 
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